Por Florencia Pizzarulli*
El nuevo contexto causado por el COVID-19 nos invita a pensar algunos temas sobre los cuales debemos tomar decisiones como país como también distintos desafíos que nos esperan una vez que superemos la pandemia. El escenario cambiante reabre el debate sobre la relevancia del Estado para las naciones y, en este marco, se revaloriza una discusión que se encuentra presente en gran parte de las teorías de desarrollo relacionada con la significancia de las empresas con participación del Estado (EPE). Ahora bien, ¿qué son las EPE? ¿Cuál es su misión? ¿Qué importancia tienen estas empresas para afrontar crisis o encaminar procesos de crecimiento?
Las EPE son aquellas empresas de propiedad estatal** o que se encuentran de hecho controladas por el Estado; que producen bienes y servicios de manera directa y tienen una misión pública explícita (Chávez y Torres, 2013). En gran parte de los países, las EPE tienen participación en la producción de bienes y servicios, en la explotación de recursos naturales no renovables, en el suministro de energía y agua, en las telecomunicaciones y otros servicios públicos esenciales. Además de tener una función económica como cualquier empresa privada, tienen una función social y es aumentar el bienestar de los ciudadanos en un territorio.
En relación al contexto actual, las EPE argentinas tienen un papel relevante para afrontar las distintas problemáticas que van surgiendo de la pandemia. Para destacar algunos ejemplos: la importancia de Aerolíneas Argentinas para repatriar argentinos en el exterior; las acciones desarrolladas por Arsat para fortalecer la conectividad; la función de reparto y mensajería de Correo Argentino ; el traslado de la población que se encuentra trabajando por Ferrocarriles Argentinos ; la presencia de YPF para garantizar el abastecimiento de energía, entre otras.
Cabe mencionar que el intercambio de ideas sobre la relevancia de las EPE no es nuevo y se ha caracterizado por la diversidad de posiciones, ideológicas y teóricas a lo largo de las décadas. En un extremo, algunos autores proponen que las EPE son intrínsecamente ineficientes y, por lo tanto, proclaman que la privatización de éstas redundaría en mayores niveles de productividad y beneficio económico para la sociedad (Megginson y Netter, 2001; Rondinelli, 2005). En el otro extremo, existen distintos trabajos que proponen que las EPE pueden ser eficientes y jugar roles claves en los procesos de desarrollo. Con respecto a esta última postura, en los últimos años, ha aumentado el número de autores que reconocen que la misión de éstas empresas va más allá de la provisión de servicios públicos y se encuentra relacionada a encaminar proceso de crecimiento económico y desarrollo social (Chang, 2007) En esta línea, diversas posturas resaltan la importancia que tienen en los sectores estratégicos con fuerte componente de tecnológico (Mazzucato, 2013; Chávez y Torres, 2013).
De esta manera, las empresas del Estado pueden utilizarse para liderar procesos de innovación en áreas claves con potencialidades para el desarrollo productivo y tecnológico como puede ser la biotecnología, software, salud, energía. Especialmente, las EPE de base tecnológica pueden cumplir importantes funciones para encaminar procesos de cambio estructural en economías en vías de desarrollo. Estas empresas tienen la particularidad de tener como propósito explotar nuevos productos y/o servicios a partir de resultados de investigación científica y tecnológica y son una importante vía para transferir tecnología y llevar los resultados de investigación del laboratorio a la sociedad, así como para crear empleos de calidad. Algunos ejemplos de casos argentinos pueden ser YTEC (YPF tecnología) o INVAP.
La situación ocasionada por el coronavirus vuelve a poner en evidencia la importancia de contar con capacidades científicas y tecnológicas locales y, en este sentido, las EPE, los organismos de ciencia y tecnología y las empresas de base tecnológica resultan fundamentales para atender distintos objetivos relacionados al estudio, diagnóstico, control, prevención y el tratamiento de la pandemia. Para nombrar algunos casos, a partir del financiamiento público las empresas de base tecnológica Chemtest Argentina, Caspr Biotech y Laboratorio Cassará se encuentran trabajando en el desarrollo de kits de diagnóstico rápido, masivo y barato. Además, distintas universidades, entre ellas la Universidad Nacional de Quilmes, se suman al trabajo de testeo del Malbran. Asimismo, pymes, laboratorios públicos de I+D e institutos de CYT ponen en marcha distintos proyectos para la fabricación de respiradores.
En líneas generales, el nuevo escenario ha puesto a la ciencia y la tecnología como los pilares fundamentales para afrontar las distintas problemáticas sanitarias, sociales y económicas que surgen de la pandemia. En este contexto, el Estado, a partir de sus distintos instrumentos de acción, tiene un papel clave como articulador de los distintos actores del sistema científico y tecnológico.
* Docente UNQ. Investigadora del proyecto I+D: EEPP de base tecnológica y su contribución a los procesos de desarrollo.
** El Estado posee el 50%, o más, de la participación accionaria.
Referencias bibliográficas:
Chang, H.-J. (2007). State-owned Enterprise Reform. National Development Strategies Policy Notes. Nueva York: United Nations Department of Economic and Social Affairs (UNDESA).
Chávez, D. y Torres, S. (eds) (2013), La re-invención del Estado. Empresas públicas y desarrollo en Uruguay, América Latina y el mundo. Transnational Institute, Uruguay.
Mazzucato, M. (2013). The entrepreneurial state: Debunking public vs. private sectormyths. Londres: Anthem Press.
Megginson, W., Netter, M. (2001), From State to Market: A Survey of Empirical Studies on Privatization, Journal of Economic Literatura, Vol. 39
Rondinelli, D. (2005). Can Public Enterprises Contribute to Development? A Critical Assessment and Alternatives for Management Improvement. En UUNN, Public Enterprises: Unresolved Challenges and New Opportunities. Publication based on the Expert Group Meeting on Re-inventing Public Enterprise and their.