Por Carla Quattrone*

Como respuesta a la pandemia del nuevo Coronavirus COVID-19, las capacidades de los sistemas nacionales de innovación, ciencia y tecnología de los países se pusieron a disposición de los gobiernos con el objetivo de atender las necesidades que este contexto demanda. En el caso argentino, el sistema nacional de innovación está compuesto en gran parte por instituciones públicas: universidades nacionales, provinciales y organismos públicos de ciencia y tecnología. Sumado a esto, el 67% de la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) está financiada por el Estado de acuerdo con las estadísticas oficiales.

Ahora bien, teniendo en cuenta las particularidades del sistema, vale la pena resaltar la importancia que tiene el Estado como articulador de las políticas que orienten las capacidades científico-tecnológicas a la resolución de problemas concretos de la pandemia. Un caso exitoso de esta articulación fue el desarrollo de un dispositivo de emergencia respiratoria diseñado exclusivamente para el COVID-19 por parte de la empresa rosarina Inventu Ingeniería en conjunto con la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Inventu Ingeniería es una empresa de base tecnológica conformada por egresados y estudiantes de la UNR y en alianza con esta universidad pusieron en marcha un proyecto para desarrollar rápidamente un ventilador con funciones específicas para el tratamiento de pacientes afectados por el COVID-19. Este tipo de equipamiento no se fabricaba en el país hasta el momento y es por esto que se plantearon dos objetivos concretos para llevar adelante el proyecto: fabricar un dispositivo que sea escalable rápidamente y de bajo costo. El resultado, logrado en tiempo récord, fue el prototipo denominado UnRespiro: el primer ventilador de transición del país para asistir a pacientes con COVID-19.

Financiamiento, vinculación y sinergia

El proyecto UnRespiro fue impulsado en su primera fase por el cofinanciamiento de INVENTU y la UNR. A tales fines, la universidad destinó en esta etapa 2 millones de pesos para financiar el desarrollo del prototipo. Sin embargo, además de la inversión realizada, el proyecto necesitó articular a diversos actores de los distintos niveles del Estado, asociaciones civiles e instituciones educativas.

A la idea inicial del proyecto se sumaron con sus experiencias y aportes estratégicos la Universidad del Gran Rosario, la Municipalidad de Rosario, el Gobierno de la provincia de Santa Fe y la Asociación Rosarina de Anestesiología. Estos vínculos fueron los que permitieron incorporar al proyecto la experiencia de los profesionales de las áreas de salud, las validaciones por parte de la comunidad terapéutica y las recomendaciones y consejos que se requerían para el desarrollo propuesto. Recientemente se ha sumado el Grupo San Cristóbal aportando más de 1 millón de pesos a la investigación y desarrollo del proyecto. Actualmente, el ventilador UnRespiro se encuentra a la espera de una aprobación por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para continuar con la siguiente fase.

Una característica que vale la pena resaltar es que, desde sus inicios, el desarrollo del ventilador fue pensado para ser open source y, de ser posible, poder fabricarlo con componentes nacionales. Esto significa que se garantiza, por un lado, el acceso y descarga de los planos y procesos de fabricación; y por el otro, la posibilidad de producir y abastecerse localmente de los insumos, piezas y componentes.

Reflexiones finales

El contexto que estamos viviendo a raíz de la pandemia y las distintas acciones que están llevando adelante los países para dar respuesta a la crisis sanitaria presenta nuevamente la oportunidad de pensar el rol del Estado no solo como respuesta a los problemas que el mercado no puede resolver sino como impulsor y promotor del desarrollo tecnológico. El caso de UnRespiro mencionado en los párrafos anteriores refleja el rol protagónico que toma el Estado frente a una emergencia que exige resolver problemas concretos de manera rápida y efectiva. Este caso se suma a otras iniciativas que se están llevando adelante para mitigar los impactos de la pandemia, como el apoyo y financiamiento público destinado al desarrollo de kits de diagnóstico rápidos, convocatorias específicas para proyectos que se relacionen con el COVID-19 y articulación de laboratorios e instituciones científicas para la realización de test con tecnología RT-PCR. En este sentido, se puede destacar la importancia del rol del Estado como articulador de los actores y las capacidades científico-tecnológicas, y un papel activo como impulsor de los procesos de desarrollo tecnológico, financiando y apoyando la creación de empresas de base tecnológica.

* Lic. en Comercio Internacional. Investigadora en el área de Economía del Desarrollo en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Proyecto I+D: EEPP de base tecnológica y su contribución a los procesos de desarrollo.