Por Patricia Gutti*
Los circuitos cortos son una forma de comercio basada en la venta directa de productos frescos o de temporada, que buscan minimizar la intermediación entre los agricultores familiares y los consumidores. El objetivo es apoyar la producción de la agricultura familiar permitiendo que los agricultores reciban un valor mayor por sus productos acortando la cadena de comercialización y creando valor a partir de activos intangibles como marcas, cultura, anclaje territorial, lazo social y consumo responsable.
En el marco de estos circuitos cortos, acaba de surgir una iniciativa muy interesante difundida con el nombre de “Bono Tomate”. La propuesta fue organizada por el Instituto para la Producción Popular (IPP) en acuerdo con la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), que reúne a unas 2000 familias de quinteros de la provincia de Buenos Aires.
Diez kilos de tomates
Lo original de este emprendimiento es que no propone a la feria como el espacio de intercambio, sino que apuesta a la construcción de un mecanismo financiero alternativo para apoyar a los productores, similar al de un mercado de futuros. El consumidor ya puede adquirir su “Bono Tomate”, que actualmente tiene un valor de 220 pesos, para recibir a cambio 10 kilos de tomates que serán entregados en los meses de noviembre y diciembre de este año, cuando se realice la cosecha.
Esto permite financiar la labor de los quinteros, sin que tengan que malvender su producción y asegurarle al consumidor una mayor calidad, garantizando a ambos un precio justo. Para poder informarse y participar del sistema, los interesados pueden escribir a bonotomate@produccionpopular.org.ar o consultar en la web del Instituto para la Producción Popular.
En Argentina hay varias iniciativas de circuitos cortos en agricultura; por su extensión, las más conocidas son las Ferias de PROHUERTA que coordina el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Pero también tenemos una experiencia dentro de nuestra propia Universidad a través del Proyecto de extensión CREES, desde donde se organizan ferias y otras actividades en la sede de la UNQ para acercar a los productores a la comunidad universitaria.
Este tipo de estrategias de comercialización se enmarcan, también, dentro de las alternativas de comercio justo, garantizando una mejor retribución para los productores, el acceso a productos frescos para los consumidores y una agricultura sostenible. ¿Qué esperás para adquirir tu Bono Tomate?